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Declaración de la Ministra Federal de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock con motivo del ataque de Rusia a Ucrania.

24.02.2022 - Artículo

Estimadas conciudadanas y conciudadanos:

Hoy al despertarnos el mundo había cambiado. Tras meses de preparativos, mentiras y propaganda, el presidente Putin decidió anoche hacer realidad sus terribles amenazas. Con el ataque militar a Ucrania, el Gobierno ruso ha roto, ante los ojos del mundo, con las normas más elementales del orden internacional. Rusia es quien por sí sola ha decidido tomar este camino. En los últimos meses hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para encontrar, a través de la vía diplomática, una solución pacífica a la crisis con Rusia. Rusia no ha reaccionado ante nuestras ofertas de diálogo.

Los ucranianos y las ucranianas no han hecho nada que justifique este derramamiento de sangre. Esta guerra está llamada a destruir sobre todo una cosa: La esperanza de la gente de Ucrania de tener derecho a vivir en democracia y en paz y a vislumbrar un futuro mejor sin represión tras décadas de falta de libertad.

Presidente Putin, este sueño usted no logrará destruirlo nunca. Un sueño que está adquiriendo fuerza en Ucrania y también en su país. Estoy convencida de que también en Rusia muchas personas se avergonzarán y se indignarán de que el nombre de Rusia quede mancillado durante décadas por el asesinato despiadado de sus hermanos y hermanas en Ucrania.

Estimadas conciudadanas y conciudadanos, en esta mañana todos nosotros y todas nosotras nos sentimos desconcertados, pero no estamos indefensos. Nos hemos preparado para estos acontecimientos y ahora actuaremos junto con nuestros socios y aliados, y al hacerlo nos coordinaremos al milímetro con nuestros amigos y amigas de Ucrania. Hoy nos vamos a coordinar en el marco de la UE, en el marco de la OTAN y del G7. Vamos a poner en marcha el paquete íntegro con las más severas sanciones contra Rusia. Y vamos a fortalecer nuestra seguridad y a nuestros aliados. Pero hoy no se trata solo de Europa. Ningún país del mundo puede aceptar que la soberanía de otros sea negociable solo porque su vecino más fuerte así lo desee. Con nuestras redes diplomáticas en todo el mundo, nos dirigimos en estos momentos a todos los países que creen en la Carta de las Naciones Unidas para que se opongan conjuntamente a esta agresión.

Queridas ciudadanas y ciudadanos alemanes en Ucrania:

Abandonen inmediatamente Ucrania, por su propia seguridad. En los últimos días ya les hemos instado a ello en repetidas ocasiones. En caso de que no puedan abandonar el país de manera segura, permanezcan provisionalmente en un lugar seguro. Hemos habilitado una línea telefónica directa para esta crisis para los ciudadanos y las ciudadanas alemanes en Ucrania. Pueden ponerse en contacto con ella en todo momento llamando al 030 5000 3000. Actualmente, el transporte organizado no es posible. Nuestras representaciones diplomáticas en Polonia, Eslovaquia, Hungría y Moldova están preparadas para prestar apoyo en la frontera. Con nuestros vecinos europeos hemos estado preparándonos juntos para esta situación durante mucho tiempo. Inscríbanse en la lista online de prevención de crisis del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores. En caso de que ya hayan abandonado Ucrania, les rogamos que se borren de la lista. Estén al tanto de los medios de comunicación internacionales y locales y tengan también en cuenta los avisos locales.

Ayer por la tarde ya decidí que por motivos de seguridad se sacara al personal enviado de la embajada alemana en Kiev que aún permanecía allí. Dependiendo de la situación, decidiremos si la embajada puede retomar provisionalmente su trabajo desde Lviv u otro lugar.

Estimadas conciudadanas y conciudadanos, esta guerra en un país vecino asimismo acarreará consecuencias para Alemania. Las sanciones contra Rusia, el aumento de los precios y la caída de los mercados bursátiles también tendrán repercusiones sobre nuestro país. Nosotros no nos hemos buscado esta situación. Pero ni podemos ni tampoco queremos hacer la vista gorda. El orden de paz europeo de las últimas décadas es el fundamento para vivir en prosperidad y paz. Si ahora no abogamos por ello con contundencia, pagaremos un precio aún más alto.

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